Esta es la historia de cómo nació el Pad Pandémico, el primer proyecto de esta colectivo

Era la primavera del 2020, llevábamos ya algunos meses conviviendo con el coronavirus, escuchando lejanas historias de tragedias y resistencia ante este virus. Aquí pudimos quedarnos en casa esos primeros meses y evitar lo más posible las aglomeraciones y el trabajo cuerpo a cuerpo.

Hacía algún tiempo había leído la historia de dos escritoras que habían realizado todo un proyecto de forma remota, cada una escribiendo en el mismo drive y leyendo a la otra al mismo tiempo. Haciéndose notas la una a la otra y platicando por ese lugar habían creado un libro o un poemario o algo así. 

Yo había estado pensando en lo importante de escribir y de compartirse a una misma de esa manera.  Esa historia me capturó, así que puse lo que llevaba de mi tesis en un pad y tuitié varias veces el link con la esperanza de que alguien le picara y comenzara a escribir conmigo. Eso no sucedió.

Lo que sucedió fue que a inicios de abril escribí sobre la pandemia en un pad, compartí de nuevo el link por twitter y ahora sí alguien más entró y comenzó a escribir conmigo. Ese momento en especial fue de lo más emocionante, ver a alguien escribir en tiempo real y opinar sobre lo que yo decía.

Así me di a la tarea de difundir el pad, de escribir algunas "reglas" al inicio y de invitar a todo el mundo a ese espacio.

La intención fue crear espacio público en un rincón del internet y recuperar el contacto con personas desconocidas, las que tanto hemos evitado para no enfermar de COVID-19. 

Poco a poco se ha ido llenando de historias, confesiones, cartas. Pensamiento anónimos de personas pandémicas que  apapachan y hacen sentir acompañada en estos locos tiempos.

Al principio, cuando escribían pocas personas, yo entraba a cada ratito para ver si se escribía algo nuevo. Uno de mis momentos favoritos fue cuando alguien me corrigió en la sesión de bienvenida, yo había escrito que para ponerse un pseudónimo hicieran clic a la izquierda y la persona puso que era en realidad clic a la derecha.

El espacio lo hemos ido construyendo quienes escribimos. En un momento parecía que la regla no escrita era responder a la entrada anterior, en otro las personas escribían muy intelectualmente. En otro momento, por ejemplo, nos dimos cuenta de que es un espacio de escritura para mujeres, principalmente.

Caputra de pantalla del pad

La intención de ese espacio colaborativo es fungir como espacio de encuentro, libre y abierto en el que no se distingue ni discrimina, en cambio se recibe a toda aquella persona que tenga algo que escribir sobre lo que vive, siente o piensa durante esta pandémica temporada. Después de casi ocho meses en línea, el pad se ha convertido en un relato colectivo, un documento que retrata la cotidianidad de diversas personas, cómo viven y sienten la pandemia por COVID-19.

La dinámica ha cambiado con el paso de los meses, hay quienes escriben bajo un pseudónimo, quienes lo hacen de manera anónima y quienes deciden incluir su usuario de twitter o de otras redes sociales en sus entradas, hay quienes acuden buscando consejos, otras buscan aconsejar y otras personas desahogarse. Se han escrito más de treinta mil palabras sobre muerte, apocalipsis, tecnología, sexo, comida, desempleo, mudanzas, dolor, soledad, utopías, esperanza, tristeza. En el pad viven poemas, listas, secretos, confesiones, narraciones, cuentos y sueños. 

Ya no se escribe tanto en ese lugar pero es un espacio hermoso que es hogar y en el que todas las voces se leen.

Vayan a leer y escribir sobre la pandemia:

https://pad.riseup.net/p/PensamientosPad%C3%A9micosColectivosPuntoCom-keep

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